La reduflación llega a los bares: el 30% ya sustituye los alimentos caros por opciones más baratas
Raciones más pequeñas o platos elaborados con alimentos más baratos. El aumento de los precios de la energía y de las materias primas por el impacto del conflicto bélico en Ucrania ha provocado una reducción de la cantidad y de la calidad de los productos en la hostelería. Un fenómeno que recibe el nombre de reduflación, una adaptación de la oferta a la presión inflacionaria para evitar una perturbación en la dinámica de transferencia hacia el mercado y frente a la competencia.
Así lo han confirmado fuentes de Hostelería España en conversaciones con este diario que aseguran que «el 30% de los establecimientos de hostelería han optado por sustituir de sus cartas materias primas más caras por otras más económicas por el incremento en la factura ha supuesto la subida de los precios de los alimentos y de las bebidas». «El objetivo, ahora, es reducir costes y evitar perder clientela en plena recuperación tras el impacto de la crisis del coronavirus», puntualizan.
Este efecto en la economía es una respuesta al aumento en el nivel general de precios de los bienes, manifestado por unidad de peso o volumen, a causa de múltiples factores, principalmente la pérdida de poder adquisitivo de la moneda, la caída del poder de compra de los consumidores o el aumento del costo de los insumos, cuya respuesta de la oferta es la reducción en el peso o tamaño de los bienes tranzados.
No obstante, desde la patronal, aseguran que el 70% de los hosteleros han combatido el alza de la energía y de las materias primas repercutiéndolo en el ticket final de venta. En otros casos o como complemento, los restaurantes han optado por variar la composición de los menús para tratar de reducir costes por las presiones inflacionistas.
Aunque en algunos casos los empresarios comentan que «la subida de precios todavía no ha afectado al comportamiento de los clientes, más de la mitad de los hosteleros han observado un recorte en el gasto (52,7%), un 25,3% ha notado un descenso en la afluencia en los establecimientos y un 24,1% cambios en el consumo, en concreto menos visitas entre semana; más menús, frente a carta; o menos cenas y copas».
«En el caso de las materias primas el incremento ha supuesto un impacto de entre un 20% y 40% de subida de la factura para la mayoría de los encuestados y para un 24,8% el incremento ha sido superior al 40%», calculan.
La subida de precios ha sido general en casi todos los productos de la cesta de la compra de los bares y restaurantes, aunque el aumento de los precios del aceite es el que más ha impactado en los negocios hosteleros por los efectos derivados del conflicto bélico entre Ucrania y Rusia. Seguido de la carne; verdura y fruta; pescado; café y cerveza.
Impacto de la subida de la energía
El incremento de precios de la energía está afectando de forma destacada a los empresarios hosteleros reduciendo sus márgenes de beneficios. En concreto, la subida de precios de la luz y el gas ha supuesto un incremento en la factura por encima del 40% para cerca de un 60% de las empresas consultadas, lo que se traduce en subidas superiores a los 1.000 euros en el recibo.
Una situación que lejos de mejorar parece que empeora por momentos, ya que las sanciones de la Unión Europea a Rusia por la invasión de Ucrania podrían provocar un alza de las presiones inflacionistas y un empeoramiento de la economía.